EJERCICIO FÍSICO
El sedentarismo facilita la acumulación de grasa corporal y, consecuentemente, el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y de las posteriores complicaciones que afectan, entre otros, al sistema cardiovascular, a la retina, a los nervios y al riñón.
El ejercicio físico realizado de forma regular puede ser una vía terapéutica alternativa para el tratamiento de la diabetes, debido a sus efectos positivos sobre el control de la glucemia y sobre los factores de riesgo cardiovascular que a menudo acompañan a la enfermedad.